
Soy argentino y siempre me ha parecido que a partir de allí no puedo opinar desde la vereda de enfrente desde una condición de ciudadano de Esperantopolis
Como buen argento creo que soy el ombligo del mundo y sentencio con apreciaciones omnisapientes
Con la arrogancia andamos por el mundo perdiendo batallas mayores y menores con un infantilismo petulante solo destinado a la justificacion para ir por otra burrada
En el esfuerzo por descubrir y decodificar el adn argentino se enfrenta el descubrimiento cientifico con la interpretacion
Un cientifico, un erudito, un experto, un sabio, un entendido, un docto, o una persona culta es un pelotudo, alguien que no tiene calle, que no conoce
La posta
La posta, termino que creo deviene del lunfardo, es la realidad ficticia con la que construimos pasado presente y futuro
Todos tenemos la posta
No los que saben
Yo la tengo
El covid 19 nos rodea y nos ataca
Como a toda la humanidad
A mi no
Porque yo me cuido, porque es una gripe, porque mis hijos no pueden ir al colegio, porque están sufriendo,porque yo no soy maestro, porque soy libre, porque estos hijos de puta no me van a decir lo que tengo que hacer, porque estoy angustiado, porque no duermo bien, porque no puedo salir a correr, porque no puedo jugar al tenis, porque no puedo jugar al golf, porque no te puedo abrazar, porque no nos podemos ver, porque no puedo ir a los bares,porque soy joven, porque igual me voy a morir, porque la gente ya no banca mas
Del otro lado camina incansable como siempre la muerte, casi a punto de la huelga víctima del capitalismo salvaje que no sabe de jornadas laborales ni tiempos de descanso
Los argentinos nos metemos a la batalla porque somos invencibles
La imbecilidad es inmensa
La imbecilidad es autoinmune