Leo en El País un artículo en la sección de psicología titulado: el síndrome de Solomon. Este síndrome fue detectado años atrás, en un estudio (no os aburriré con los pormenores) donde las “cobayas” confirmaron lo que l@s antropólog@s, psicólog@s e prehistoriador@s llevamos años sospechando: la presión que el grupo ejerce sobre los individuos. Este estudio expuso que ante una respuesta obvia, una respuesta ante la que estamos seguras de ser cierta, podemos, como personas, decir otra respuesta para no desentonar en el grupo.
O lo que es lo mismo: se demostró que para ser aceptadas en el grupo, para no destacar, dudamos incluso de nuestros sentidos y apoyamos la respuesta mayoritaria del grupo para no actuar en solitario. El síndrome de Solomon se define como esas ocasiones en las que tomamos decisiones o adoptamos comportamientos para evitar sobresalir, destacar o brillar. También cuando nos boicoteamos para no salir del…
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