El pasado encierra las claves del futuro. Todo lo que ya ha sido, volverá a ser.
La historia es cícilica, por ello considero que es trascendente conocer y entender la historia, porque nos ayuda a proyectar el futuro, a prevenir errores ya vividos, a mejorar.
El cristianismo entiende el tiempo desde una óptica linial. La vida tiene un inicio y un fin, el universo empieza y acaba. Otras creencias lo entienden como algo cíclico, un círculo sin final, que nunca termina, que encierra el infinito y que rueda sobre sí mismo.
Creo que la idea del tiempo es, en cierta manera, una confluencia entre ambos conceptos; si sólo fuera linial, los acontecimientos, la historia, no se repetiría, sólo se podría reflejar el progreso, uno siempre mejor, superando las etapas ya superadas, sin superposición, sin posibilidad de retroceso. Por lo contrario, si sólo fuera cíclico, sería lo contrario, un círculo en…
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