Es cierto. Nuestros perros nos entienden. Y así lo explicaban ayer en un reportaje de El País.
Los que somos dueños de perros, en más de una ocasión, hemos sufrido la mirada de desdén de aquellos que no tienen mascota cuando les hemos contado anécdotas caninas en las que dejamos claro que nuestro perro capta lo que decimos y lo que sentimos. Pues bien, esa mirada de desdén no tiene ya razón de ser. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Budapest y publicado recientemente en Current Biology demuestra que existen muchas similitudes entre el cerebro humano y el canino en lo que a las áreas cerebrales sensibles a las voces y a los sonidos se refiere. Además, pueden distinguir e interpretar las diferentes emociones aplicadas a dichos sonidos. Aquí es cuando le doy explicación a que Killo no se despegue de mi lado en ningún momento…
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