Me hago viejo irremediablemente. Lo sé porque cada vez me gusta más escuchar viejas canciones y porque las nuevas canciones me suenan a lata de sardinas. Si lo viejo me suena a fresco, es que estamos alineados en el mismo marco de percepción. Es una prueba irrefutable: me hago viejo. No hay remedio, sólo un camino hacia adelante, otra vez.
Gracias.