Después de una posible carrera como futbolista (como buen brasileño), de sumergirse como grafitero, con su firma “El Desechos” y después de experiencias como escritor y actor de teatro, Otávio Júnior se centró en la idea de acercar el mundo de los libros a los niños de su vecindario, del famoso “Complejo de Alemán”, el que fuera uno de los rincones más violentos de Río de Janeiro.
La historia de Otavio Paz es digna de admiración. El joven brasileño que ahora ronda los 30 años, comenzó desde la humildad a recopilar libros y en un antiguo local de forró los empezó a poner a disposición de los más jóvenes. Hacer llegar la lectura a los “meninos” de su favela era el objetivo. En busca de historias, Otávio comenzó a pedir libros prestados a sus vecinos y amigos. Hoy, son más de 4.000 las obras que ocupan este punto cultural, Biblioteca…
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